Ana tiene constantes molestias sin importancia: dolores lumbares, cefaleas tensionales, episodios de insomnio y falta de energía. Ha ido a ver a su médica de cabecera, quien, tras hacerle algunas preguntas sobre su estilo de vida y sus rutinas diarias, le dice que pasa demasiado tiempo sentada al ordenador, tiene una alimentación inadecuada y no hace el suficiente ejercicio, lo que, según la doctora, explica todos los síntomas. Le ofrece sedantes suaves para ayudarla a dormir, pero le recomienda encarecidamente que cambie su estilo de vida.
Ana no está satisfecha con el diagnóstico. Una compañera de trabajo le recomienda que vaya a un naturópata. Solo llevo viendolo un mes, y me ha cambiado la vida, le cuenta entusiasmada. Y empieza a cotorrear sin parar sobre unas dietas, tratamientos y manipulaciones que le han hecho sentirse genial. ¿Pero es médico?, le pregunta Ana. Para nada - replica su colega -.
El dice que los médicos solo recetan pastillas y no entienden los ciclos naturales del cuerpo. Él es sanador. ¿Debería seguir Ana el consejo de su compañera? ¿O debería atenerse al diagnostico y las recomiendaciones de su médica?
ACTIVIDAD
LOS TERAPEUTAS ALTERNATIVOS NO SON MÉDICOS TITULADOS, PERO SUELEN PRESENTARSE COMO TALES. AL NO SEGUIR LOS MISMOS PROTOCOLOS ÉTICOS QUE LOS MÉDICOS, ¿ENGAÑAN Y PODRÍAN PERJUDICAR A SUS PACIENTES?