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La segunda persona en presentarse en la oficina de aduanas se identifica como un inmigrante legal a quien se le ha expedido un pasaporte tras residir en el país los años exigidos para la nacionalidad. Al indagar un poco más, descubres que tiene un segundo pasaporte (el de su país de origen), ya que ninguno de los dos países prohíbe la doble nacionalidad. Nuevamente, según la ley, como titular de un pasaporte tiene el derecho legal de entrar en el país.


Pero la situación es complicada en tu mente, ya que su país de origen hoy no está en las mejores relaciones con el tuyo. ¿Qué pasa si el individuo tiene lealtades divididas? Ante un conflicto entre los dos países en cuestión ¿cuál sería su situación como ciudadano?



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