Es el primer día de Amalia como voluntaria en la tienda solidaria de su barrio. Está en la trastienda, donde se revisa y clasifica la ropa y se le pone precio antes de sacarla a la venta. Susana, la encargada, le explica el proceso. Hay una montaña de bolsas que hay que clasificar en cuatro grandes cajas de almacenamiento. Cualquier cosa cara o de diseño va a la caja 1. La caja 2 es para ropa de calidad media y la caja 3 para las cosas de poliéster y chillonas o muy sosas. La caja <<para tirar>> es para lo que está sucio o deteriorado y para los descartes de la caja 3.
Amalia mira la enorme pila de bolsas. <<!Nunca me imaginé que recibiría tanto! ¿Cómo vamos a poder vender todo esto?>>, pregunta. <<Oh, no tenemos sitio para todo esto – le responde Susana -. Yo reviso las cajas 1 y 2 y elijo la ropa para la tienda, pero la mayor parte de la ropa va a un mayorista>>. <<¿Y qué hacen con ella?>>, se interesa Amalia. <<Las cosas de la Caja 1 van a tiendas de artículos vintage aquí y en el extranjero – le explica Susana, tirando una camiseta rajada a la caja para tirar -. Las cajas 2 y 3 se venden en diferentes partes de los países del tercer mundo, y la caja para tirar se tritura y se convierte en todo tipo de cosas>>.
Amalia parece tan sorprendida que Susana sigue explicándole: <<Tardaríamos años en vender todas estas cosas para que la organización benéfica reciba el dinero. La ropa se reutiliza o recicla, y algunas personas que en su momento fabricaron la ropa tienen ahora la oportunidad de ponérsela>>.
ACTIVIDAD
CADA AÑO SE DONAN ARTÍCULOS POR VALOR DE MILLONES DE EUROS A TIENDAS SOLIDARIAS. ALGUNOS SON REVENDIDOS EN EL TERCER MUNDO. ¿ES CORRECTO QUE ESTAS DONACIONES SOLIDARIAS TERMINEN LUCRANDO A ALGUIEN?